¿Qué demonios desayunaste? Esta fue la pregunta que le hizo Mark Webber a Valtteri Bottas en el podio del Gran Premio de Australia. Interrogante que seguramente estaba pasando por la mente de mas de un espectador que no imaginó ver algo como lo que se vio el domingo en las calles del circuito de Albert Park.
Dos Mercedes en la primera fila de la parrilla de salida es algo habitual en esta era de la Formula 1, al igual que ver a Hamilton adelante de su compañero de equipo Valtteri Bottas, pero ver cómo en un momento de la carrera la ventaja del finlandés sobre el actual campeón, después de adelantarlo antes de llegar a la primera curva, ascendía a más de 28 segundos en condiciones normales de carrera es algo practicante impensable.
Era tan cómoda la diferencia para el puntero que incluso le permitió plantear la posibilidad de hacer una parada extra en pits en los últimos giros solo para salir con neumáticos frescos e intentar el punto de bonificación por la vuelta rápida a lo cual su ingeniero le respondió:- "no vamos a tomar ningún riesgo”-, pero aun así Bottas con una determinación irrefutable dijo, ok, pero lo voy a intentar, quiero los 26 puntos.
Así de contundente fue su mentalidad en la carrera que al cruzar la bandera a cuadros lo convertiría en el primer líder del campeonato del mundo 2019 y el primer piloto en puntuar 26 puntos en un gran premio en la historia de la Formula 1.
¿Se vislumbra acaso un duelo de alquilar balcón entre los dos hombres de la escudería mercedes tal y como lo vimos en el año 2016 entre Lewis Hamilton y Nico Rosberg?
Lo único cierto es que es la carrera 1 de 21, y el marcador va Bottas 1, - Hamilton 0.
Por cierto, el desayuno de Valtteri fue avena en hojuelas.