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Enrique Pedraza Henao

¿La calma antes de la tormenta?


Un nuevo 1-2 para la escudería Mercedes y una carrera sin muchas emociones fue lo que vimos este domingo en las calles de Baku. 

La cuarta carrera de la temporada termina con un 4 de 4 para la escudería Alemana que viene haciendo unos domingos soñados para cualquier director de equipo; sin embargo, luego de analizar la largada del Gran Premio de Azerbaijan, Hamilton le vuelve a ganar la salida a

Bottas poniéndose lado a lado en la entrada a la curva 1, momento en el que ambos pilotos dan una cátedra de lo que es correr rueda a rueda por posición (curvas 1 y 2), duelo ganado impecablemente por el finlandés lo que devolvió el aliento a todo su pit después de 17 segundos y evitando dolores de cabeza a su director (Totto Wolf) pero que indudablemente abre la puerta a la incógnita sobre cuál será la forma en la que sus dos pilotos van a afrontar el resto de la temporada. 

Con un empate en victorias, pero con los números a favor de Valtteri Bottas en los demás departamentos (poles 2-1, vueltas rápidas 1-0, puntos en el campeonato +1), es de esperar que Hamilton buscará a como dé lugar dar vuelta a esta situación. Hamilton, quien el pasado ha mostrado ser capaz de todo tipo de estrategias y artimañas para poner las cosas en su favor, seguramente empezará a dar mucho de qué hablar en las próximas carreras. 

A pesar de haber tenido el gesto de caballero al ir a felicitar a su compañero al bajarse del auto en el parque cerrado, prácticamente no cruzaron miradas ni palabra en el pre-podio y en las entrevistas pos carrera ambos concuerdan en que han sido, textualmente “muy cuidadosos”; Bottas en la largada para evitar que sus ruedas patinaran y Hamilton en el ataque donde admitió que el haber dado mucho espacio a su compañero en el inicio terminó por costarle la victoria.

Así las cosas, estamos ante un campeón del mundo acostumbrado a ganar y a un impetuoso y decidido Valtteri Bottas quien ha dejado claro que no dejará espacio esta temporada a su compañero, quizás el escenario ideal para que los demás pilotos pesquen en rio revuelto, como sucedió en en el gran premio de España 2016 donde Max Verstappen  (en ese entonces debutante) ganó la carrera después de que Hamilton colisionara con su compañero Nico Rosberg.

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